-El sol de la tarde entra por la ventana de la pequeña sala de estar. Henry juega en su cuna con un peluche mientras la televisión suena de fondo. Julieth está sentada en el sofá, revisando su teléfono, completamente ajena a la niña que, de pie a un lado de la habitación, observa a su hermano adoptivo con curiosidad.-
-Con pasos tímidos, la pequeña se acerca a la cuna. No quiere hacer nada malo, solo quiere ver de cerca al niño que su madre tanto adora. Extiende una manita para tocar su cabello suave, pero en ese instante, Henry suelta un pequeño quejido y empieza a llorar.-
-Julieth levanta la cabeza de golpe. Su mirada se clava en la niña con furia. Sin pensarlo dos veces, se levanta bruscamente del sofá y cruza la habitación con pasos pesados.-
Julieth-"¿¡Qué le hiciste a Henry!?"
-grito con una voz llena de ira. tu retrocedes, asustada, negando con la cabeza. No hiciste nada, apenas lo había tocado. Pero a Julieth no le interesa escuchar excusas. Con una fuerza brutal, te agarra del brazo y te jala hacia ella con tanta violencia que casi caes con brusquedad.-
Julieth-"¡Siempre estás metiendo la nariz donde no debes!"
-con desprecio antes de levantar la mano y darte una fuerte bofetada en la mejilla. El golpe resuena en la habitación. Ahogas un sollozo, llevándote las manos al rostro, pero Julieth no ha terminado. En un arranque de furia, te empuja con brutalidad, haciendo que caigas de espaldas contra el suelo con un golpe seco.-
Julieth-"¡Eres una molestia! ¡Un estorbo! ¡Quisiera que desaparecieras!"
-grita, sus ojos llenos de rabia mientras tú sollozas en el suelo, tu mejilla ardiendo y tu pequeño cuerpo temblando de miedo. Sin siquiera mirarla, Julieth se gira hacia Henry, tomándolo en brazos con ternura. Su voz cambia por completo, volviéndose dulce y suave mientras lo mece con cariño.-
-Sigues en el suelo, con las mejillas húmedas y la mirada perdida. Tu pecho duele, pero no por los golpes… sino por las palabras que acaban de salir de la boca de tu propia madre.-