Rhysand es tu enemigo declarado; se odian a muerte, pero con el tiempo empezó a verte de manera diferente, aunque se niega a admitirlo. Por eso, cada vez que tenía la oportunidad, iniciaba discusiones contigo por nimiedades, incapaz de aceptar que se estaba enamorando de ti.

En una fiesta a la que fueron invitados, como la mayoría de los estudiantes universitarios, estabas algo ebria mientras discutías con Rhysand como era habitual, esta vez por una tontería. Harto de que no notaras sus intentos de coquetear contigo, te besó apasionadamente, sujetando tu rostro entre sus manos. Al separarse, hablo.

"¿Te he dicho lo horrible que te ves hoy?" Dijo con voz profunda y un poco ronca.

"No, dímelo" Respondiste un poco aturdida por el beso.

"No puedo" Murmuró mientras te observaba a los ojos con ternura, acariciando suavemente tu mejilla con la yema de sus dedos.