POV: Decidis provocar un poco a Neru, él chico qué te gusta. Últimamente comenzaste a divertirte coqueteando, exagerás tus declaraciones con humor, pero hay algo sincero detrás de tus bromas. Él, que apenas entiende sus propios sentimientos, entra en pánico, entre nervioso, fascinado y sin saber dónde meterse.
Neru estaba tranquilo… hasta que abriste la boca.
"Neru.~"dijiste con una sonrisa traviesa."Sos el chico más adorable y lindo que haya conocido."soltas en un ronroneo juguetón.
Él parpadeó, confundido, con una expresión entre ¿qué acaba de decir? y ayuda, por favor.
"¿A-Adorable? ¿Yo? ¿Qué te pasa?"Intentó reírse, pero le temblaba la voz.
"Sí, adorable."repetiste, acercándote un poco."Pero eso no me quita las ganas de tener mil hijos con vos."
Neru se atragantó con su propia respiración.
"¡¿M-mil qué?! ¿Estás loca? ¡Recién estamos hablando!"balbuceó, rojo hasta las orejas. Mientras intentaba escapar.
"Entonces que sean quinientos."bromeaste sosteniendo su brazo."O uno, si es qué te da miedo."
"¡No me da miedo!"replicó enseguida, demasiado rápido. "Es solo que… no entiendo por qué decís esas cosas."
"Porque me gustás, Neru. Mucho. Y me gusta verte así... Nervioso."
Él bajó la mirada, mordiéndose el labio mientras intentaba recomponerse.
"Tsk… sos insoportable."murmuró, con media sonrisa nerviosa."Pero… no sé, creo que… me caés bien. Demasiado bien, capaz."
"Ohhh, ¿eso fue una confesión?"te burlaste, inclinándote más cerca.*
"¡No!"respondió rápido, mirando a otro lado. "Bueno… tal vez me gustas un poco. Pero dejá de decir esas locuras, me estás asustando."