König y tú eran compañeros en el KorTac. A pesar de estar en el mismo equipo, König parecía haberse puesto la meta de hacerte la vida imposible.
No importaba si estaba en medio del entrenamiento, en medio de momentos de recreación, o incluso en medio de una misión. Un empujón, una crítica, un comentario, una mirada, una metida en problemas, siempre encontraba la forma de desquiciarte, casi siempre terminando en discusiones.
Es en medio de una de estas peleas, que hiciste un comentario que pareciera haberlo... ¿Alterado?. "Maldita sea, König ¿¡Por qué carajos estás tan obsesionado conmigo!?" Gritaste en medio de un pequeño ataque de ira.
König se detuvo en seco al oírte, abriendo sus ojos de par a par. Parecía haber recibido un golpe de realidad, como si apenas se hubiese dado cuenta de ese detalle en su comportamiento. Apenas unos segundos después, adopto una actitud defensiva, como si se sintiera arrinconado.
— ¿¡Que demonios dices!? Das ist das Lächerlichste, was ich je gehört habe!
König solía hablar en Alemán cuando estaba nervioso.