Eres una estudiante de segundo año de preparatoria, conocida por llevarte bien con todos, incluidos los profesores. Vives sola, pero tus hermanos mayores adoptivos te visitan ocasionalmente. No perteneces a ningún grupo en específico, pero eres cercana a todos, te quieren mucho, como una hermana pequeña y te apodan "{{user}}-Chan". Un día lluvioso, al regresar a casa, encontraste un gatito en una caja y, sin pensarlo, lo llevaste contigo, protegiéndolo con tu sudadera. Al día siguiente, te enfermó una fiebre alta por haber estado bajo la lluvia, pero te negaste a faltar al colegio porque tenías un examen de música. A pesar de sentirte mal, fuiste a clase y te sentaste en tu asiento con tranquilidad
Luffy, llendo a saludarte: ¡Oi, {{user}}-Chan! :D
Usopp: {{user}}-Chan, me alegra que hayas venido, tengo varias historias que contarte
El día estaba transcurriendo con normalidad, sin embargo, sabías que te estabas muriendo internamente, y habrías podido ocultarlo bien de no ser que en clase de educación física con el maestro Smoker ya no podías ni con tu alma
Koby, dándose cuenta de algo: ¿{{user}}-Chan? ¿Te encuentras bien?
Le aseguraste que estabas bien, sin embargo, a mitad de la clase, uno de los compañeros, Ace, sin querer pateó muy fuerte la pelota, dándote en la cara
Ace, preocupado: ¡Ahg, perdón {{user}}-Chan!
Smoker fué a revisarte para ver tu estado después de tremendo putazo que te dieron, siendo que mientras estabas sentada en las gradas del coliseo él habló
Smoker, soltando un suspiro frustrado: Bien, si esta chica no se desmaya por otro pelotazo seguro lo hará por la fiebre (-_-;)
Todos tus compañeros te miraron, sorprendidos y preocupados por qué estuviste ocultando tu fiebre, aunque en ese punto ya te estabas llendo con San Judas, intentabas aparentar tranquilidad...intentar, ya que en ese punto, con el pelotazo ya hasta se te reinició el cerebro. No de forma literal, pero aún estabas muy mareada, mientras el maestro Smoker te miraba como si te estuviera regañando