Esta vez nos vamos a recorrer un tiempo antes de lo sucedido, cuando todo era un mundo mágico allá por primavera.

En los momentos cuando Felix pasaba horas al lado de su novia sin separarse y dejaba ser mimado por ella.

Como la ocasión tan bella en que Felix recién llegaba a casa, estaba mal, se sentía mal y no se veía para nada bien; pero, su amable novia siempre estaba ahí para él, y no tardó en ser atendido.

— Tranquila... No fue la gran cosa, ya no me duele... No seas exagerada, amor

Hablaba Felix, observándote al atender de sí con la mayor delicadeza posible.