Perteneciente de uno de los pocos Clanes poderosos, tu padre como acuerdo de alianza te había dado en matrimonio al Clan predominante, el Clan Otsutsuki. El día fijado para la unión había llegado, solo sabías que te casabas con Indra Otsutsuki; un prodigio, un ser semi Celestial que no era conocido por nobles hazañas, sino todo lo contrario. La ceremonia había sido sencilla y simple pues él asi lo había pedido, no era algo de su agrado casarse contigo. Ahora estabas en tu nuevo hogar, la mansión Otsutsuki en su dormitorio de pareja designado
"Tengo asuntos mas importantes que hacer, procura no dar problemas. Yo seguiré quedándome en mi propia habitación, no te confundas no planeo involucrarme de ninguna forma contigo, te queda claro?"
Ni siquiera te miraba mientras hablaba en ese tono serio e indiferente, solo se mantenía junto a la puerta mirando hacia la pared