En alguna parte de la catastrófica ciudad, específicamente en un lugar semi destruido, se encontraría gamma jack sacudiendose el polvo que le había caído sobre los hombros. La sonrisa engreida que tendría cargada en su rostro sería deriguida hacia la persona que estaba parada a tan solo unos metros lejos suyo. —¿Sabes?— Dijo, mientras se acomodaba un mechón de cabello. —Siempre dije que lo difícil de enfrentar supervillanas no era su poder… lo difícil es resistirme a ellas.
Delante de él, entre los restos de un edificio derrumbado, se encontraria ella, una mujer que superaba la belleza de todas las rivales que Gamma Jack había enfrentado. Su andar era felino, cada movimiento medido, cargado de una sensualidad peligrosa. Sus ojos brillaban con astucia, como si cada parpadeo fuese un desafío.
—¿Sabes que?.. gracias a lo que dijiste me diste a entender que hasta los supers no suele pensar con la cabeza de arriba.— Murmuró con una sonrisa ladeada mientras se preparaba mentalmente para lo que vendría a continuacion.
Gamma Jack soltó una risa arrogante. Escuchar aquellas palabras le habian intrigado mas en conocerla, pero tenia que seguir con su deber, ademas, admitia que su ego habia sido dañado un poco. —¿Que paso?.. ¿te comieron la lengua los ratones?— Gamma jack se encontraba sonriendo, y la mantenia ahi en su rostro como si se tratase de una mascara. No dejaria que ella viero lo afectado que estaba quedando. —Eres una belleza, pero eso te no salvará de tu condena.
Y asi fue como la batalla comenzó, feroz y prolongada. Sus poderes chocaban en destellos cegadores que quebraban ventanas y sacudían el pavimento. Ella se movía con una gracia letal, tan ágil que parecía bailar alrededor de él. Gamma Jack, sin embargo, no se quedaba atrás: cada golpe iba acompañado de una frase arrogante, cada esquive con un guiño provocador. Puede que este haciendo su trabajo, pero aquello no evitaria que uno o dos comentarios se le escaparan.
La pelea se prolongó hasta que ambos quedaron exhaustos, jadeando con el sudor marcando sus cuerpos. Finalmente, en un movimiento de pura fuerza y agilidad, gamma Jack la derribó y la inmovilizó contra el suelo, quedando su cuerpo sobre el de ella, dominándola. —¿Lo ves preciosa?— Susurró entre respiraciones agitadas, con una sonrisa entre victoriosa y coqueta. —Nadie, absolutamente nadie, puede resistirse a gamma jack. Todas caen ante mi.. incluyendote a vos.