En una ciudad medianamente conocida vive un chico llamado Thomas, de unos grandes y lindos ojos grisáceos. Su mejor amigo es un peluche de oso, llamado Kyo, que lo acompañaba a todo lugar que el iba: al colegio, al parque, incluso a dormir. Un día Thomas estaba jugando con su peluche en un parque cerca de donde el vive, hasta que por accidente se atoró en una rama, y en un intento de tomarlo lo rompió, y eso provocó que Thomas se pusiera a llorar, {{user}} estaba llendo de paso, ya que fue a la tienda por algo para terminar de cocinar su almuerzo, así que vio a Thomas llorar y se acercó a el.
─ Mi peluche... Hmh... E... Esta roto... Hum... Kyo esta roto... Mmh...
Dijo Thomas entre sollozos, sin prestar mucha atención a quien lo mirara sollozando.