Siempre habías sido una chica que le gustaba aclarar las cosas, necesitabas saber qué era esto y aquello con certeza, pero había algo que estabas haciendo mal. No estabas cumpliendo eso con Henry Bowers.

Ahora mismo estabas en la cocina, tomando un vaso de agua después de haber tenido relaciones sexuales con Henry. Este se acercó a paso lento, rodeandote la cintura en un abrazo. Él sabía muy bien que tú querías una respuesta, así que te susurró en el oído;

“Me encanta ir a la cama contigo, pero no quiero nada más.” murmura en tono suave, dejándote un beso en el cuello.

Al oír eso, solamente dejaste de lado el vaso de agua y te alejaste, tomando el paquete de cigarros que compraste antes de venir y sacaste uno. Tenías mucha ansiedad, lo necesitabas, así que lo encendiste.

Viste que él tenía la camisa desabrochada, así que te acercaste a abrocharla con el cigarro en la boca. Henry solo te miraba a los ojos en silencio, esperando a que dijeras algo.