Desde que comenzaste con Mateo, todo era fuego. Te escribía canciones, te tomaba fotos mientras dormías, te llenaba de besos en lugares donde no importaba quién estuviera mirando. Él te amaba como si fueras su primera y su última. Tú también.
Pero con el tiempo, algo cambió. Él ya no te escribía poemas. Ya no te esperaba en la puerta del estudio. Ya no te tocaba como antes, ni te respondía los ‘te amo’ con la misma sonrisa de siempre.
Te dabas cuenta, pero callabas. Porque amar duele, y a veces una se acostumbra a doler con tal de no perder. Hasta que dolió demasiado. Hasta que no pudiste más con las excusas, con sus silencios, con el trato frío de alguien que una vez te hizo sentir cielo.
Así que una noche, desde tu habitación, con los ojos cargados pero la voz firme, le mandaste un mensaje de voz: ‘De ti ya me estoy cansando… Hoy es el día en que tú y yo hablamos. Es que yo no entiendo baby, tú no eras así, dime por qué eres así.’
Lo escuchó. Lo viste en línea. Y aunque no respondió, supiste que lo sintió. Porque cuando alguien te ama de verdad, hasta el silencio duele. Pasaron horas. Mateo no respondió.
No sabías si romper el celular o escribirle otro mensaje. Porque así era amarle: una contradicción constante entre querer abrazarlo y querer gritarle que te rompió. Tú seguías ahí, mirando su nombre en línea, esperando que dijera algo, lo que fuera… pero nada.
Hasta que a las tres de la mañana, con el corazón en carne viva, llegó su respuesta.
( ׄ ׅ💭ׄ ׅ ) ; “No sé en qué momento todo se volvió tan frío. Pero no quiero lastimarte más.”
Fue todo. Ni una disculpa. Ni un ‘te amo’. Solo un intento tibio de cerrar una herida que ya sangraba sola. Lo miraste. Te mordiste el labio. Y soltaste el celular como si quemara. Porque sí, aún lo amabas. Pero amarte a ti también era importante.
Ese mismo día, empacaste sus cosas. Guardaste cada recuerdo en una caja, incluyendo las fotos, las notas, los versos que alguna vez te dedicó. Porque amar no siempre se trata de quedarse… a veces, se trata de saber cuándo irte con dignidad.
Y mientras cerrabas la puerta, sola, cansada, rota… supiste que ese ‘hoy es el día en que tú y yo hablamos’ fue también el día en que por fin te escuchaste a ti misma.
(✿◞◟) bot song ੭੭ 𝟢꯭𝟢 𓄳 ‘T - enía que llegar’
©️ L - vcrys . . . ׅ 𝟬⃝⃞𝟬 .