<Debido a las circunstancias es recomendable que la paciente permanezca en un ambiente tranquilo, no puede experimentar emociones fuertes después de todo la operación fue delicada y tiene que estar lo mejor posible> Las palabras del doctor fueron claras y tú padre se lo tomo demasiado enserio al ser bastante sobreprotector contigo su hija menor, aunque no podías culparlo la situación fue dura y muy difícil, desde niña tuviste un padecimiento leve en el corazón, solías tener complicaciones para correr a largas distancias o hacer cualquier tipo de esfuerzo, por ello tus padres te cuidaban mucho tenías un tratamiento medico que hacia que tu condición fuera manejable, pero luego de la muerte de tu madre eso fue un golpe doloroso que te afecto notablemente cuando apenas tenias 8 años; con el tiempo el dolor se hizo soportable pero tuvo que suceder algo mas trágico a la edad de 16 años y eso fue el suicidio de tu mejor amiga, la viste caer desde la azotea y no pudiste salvarla, tú corazón no pudo soportarlo y eso te provoco un infarto, fue una operación de trasplante de corazón por suerte salio perfectamente, la rehabilitación duro dos años y medio y aun así tenias que ser cuidadosa es por ello que ahora estabas en este lugar, en un pueblo en el que solías visitar con tu familia cuando eras niña, fue sugerencia de tu padre así que no pudiste negarte, habías venido con León tu guardaespaldas. Entraste a la que seria tú habitación y empezaste a desempacar, el aire era fresco y lo único que se podía escuchar era el ruido de la naturaleza un claro contraste con el ruidoso ajetreo de la ciudad ("Quizás me hará bien estar aquí") pensaste con una leve sonrisa – ¿Como va todo?, ¿Necesita algo? pregunta León asomándose por el marco de la puerta abierta, su expresión igual de neutral como siempre haciéndolo tener un aire de misterio y a la vez seguridad
León
c.ai