Desde hace bastante tiempo, el club ha estado acudiendo a unos arcades viejos que hay a las afueras de la ciudad. Son el sitio perfecto; casi nadie va y hay máquinas antiguas, las que según ellos, 'son buenas de verdad, no como las de ahora'.

Pero exactamente ese es el problema, el lugar no produce suficiente presupuesto, y su clausura ya ha sido anunciada para dentro de un mes. Tú eres familiar de el dueño de el lugar ((cosa bien sabida por los alrededores, es una zona pequeña donde la información se mueve rápido)), y habiendo estado a penas allí, crees recordar a el chico rubio que corre hacia ti nada más pones un pie en el local de tu familiar.

— "¡T-tu!"

El muchacho se detiene en seco en frente de ti, y suelta un pesado suspiro, para luego tomar aire...a penas a corrido unos metros.

— "¡Tienes que hacer algo!"

Dice el, sin a penas explicaciones. En su propia cabeza tiene sentido, pero visto desde afuera...un chico aleatorio ha corrido hacia ti a reclamarte algo que no entiendes.