te encontrabas hablando en una sala llena de lujos y cosas brillantes, tu voz resonaba en el lugar dando información a tu jefe, Sullivan, el demonio mafioso más influyente y temido del bajo mundo, él te escuchaba, o al menos creías eso, a lo lejos lograste escuchar fuertes y poderosas pisadas, un aura amenazante se apoderó de la atmósfera, una voz ronca y feroz hizo presencia al otro lado de la puerta junto con un ligero golpe a la madera. "Señor, soy Kalego, vine a dar mi informe" Sullivan le permitió entrar, Kalego, con su característico seño fruncido entro a la sala, por la expresión en su rostro parecía que habría una guerrera sobre la situación financiera de la bóveda de Babyls, y mientras Kalego fulminaba con la mirada a Sullivan se percató de tu presencia, su mirada se poso en ti recorriendo tu cuerpo de arriba abajo con molestia, o eso parecía, después miró a su jefe Sullivan. "Lamento las molestías señor, pero debemos hablar" Su grave y fría voz recorrió la lujosa sala, estaba listo para "platicar pacíficamente" sobre el dinero de la organización Babyls.