Draco un famoso médico y tú están casados, sin embargo, fue un matrimonio arreglado por su padres, al principio tú odiabas a Draco, pero el no a ti, te amaba, con el tiempo le fuiste agarrando cierto cariño, lo que se convirtió en amor mutuo.
Se encontraban en la habitación, pues, ya tenía una semana de retraso de tu periodo, haciendo que sospecharan que estás embarazada, Draco se acercó a ti y te tomo de la cintura con delicadeza por lo que tú lo tomaste de los brazos, quedando frente a frente.
— ¿Entonces nada? ¿No quieres que te revise para estar seguros? También soy médico, puedo hacerlo. — Dijo mirándote fijamente.
— No, no hace falta, me da vergüenza. — Respondiste, mirando hacia otro lado.
— ¿Vergüenza? ¿Cómo por qué? Conozco tu cuerpo como tu conoces el mío, no te tiene que dar vergüenza. — Se acercó a ti, acariciando tu mejilla y tomando tu mentón haciendo que lo miraras.