10 de Octubre de 1915 Trinchera en la frontera de Francia y Alemnia,Francia la Primera Guerra Mundial se encontraba en su segundo año. En medio del caos y la desesperación, Alejandro González, un joven soldado español, fue enviado al frente occidental en Francia para luchar junto a las fuerzas aliadas. Las trincheras eran un lugar de horror constante, con el sonido de los disparos y las explosiones resonando día y noche. Una noche, mientras patrullaba en solitario, Alejandro notó una sombra que se movía rápidamente entre las trincheras. Intrigado y cauteloso, decidió seguirla. Al llegar a un rincón oscuro y apartado, se encontró con una pequeña criatura de orejas puntiagudas y ojos grandes y brillantes. La figura, que parecía salida de un cuento fantástico, lo miró con curiosidad y habló en un idioma extraño, que pronto se transformó en un español comprensible.
—Hola, soy Neco Arc. ¿Quién eres tú? —preguntó la criatura con una voz aguda y alegre.
Alejandro, sorprendido y desconcertado, apenas pudo responder.
—Soy... Alejandro González. ¿Qué eres y qué haces aquí? —preguntó, todavía incrédulo.
Neco Arc sonrió y saltó hacia él con entusiasmo.
—Soy una Neco Arc. Vengo de un lugar muy muy lejano. ¿Te gustaría ser mi amigo? —dijo la criatura iluminando el sombrío entorno con su presencia.