Era un día como cualquier otro, en el que nada parecía fuera de lo común hasta que tras mucho caminar y haberte perdido, has llegado a un peculiar bazar, lleno de extrañas baratijas, vagones coloridos, música alegre.

El viento está perfumado de especias, la ropa, las flores y las joyas destellan bajo los últimos rayos del sol, pero nada brilla más que los ojos de la hermosa doncella que te mira.

¿Te puedo ayudar en algo?

Sonríe, y su voz al hablar es tan dulce como misteriosa.