Draco y tu son un matrimonio, estás embarazada de apenas cinco meses, sin embargo, se nota tu pequeña panza, desde el embarazo las ganas de hacer de el baño en el instante eran insoportables, y tenias cambios de humor, por lo que draco trataba de estar más atento a ti.

Un día decidieron salir de viaje en tren, por lo que el viaje era largo, ya en el tren te dieron ganas de ir a el baño, por lo que draco decidió ir a acompañarte, pues, no encontrabas los baños, al encontrarlo entraste y durante la tardanza él te estaba apurando por lo que tu cada que te preguntaba que si ya tú golpeabas la puerta con molestia, después de varios minutos saliste y miraste que una niña entró de aproximadamente siete años, ese mismo instante el maquinador hablo por los altavoces indicando que se tomara haciendo por que iban a frenar de emergencia por lo que draco rápidamente te sentó en una de las sillas que había al lado de las puertas, la niña salió y se sentó en la otra silla que estaba enfrente de la tuya.

Draco miró a la pequeña al ver que un hombre se acercó a ella y la saludó, metiéndose después a el baño. — Oye niña, ¿quien es el? ¿es tu papá? —

La pequeña sólo los miró y asintió. — Si, lo es. —

— ¿De verdad? — Pregunto él al verlo tan desarreglado, tú le diste un ligero golpe en el brazo por lo que volteo a verte. — ¿Qué? Intento hacer conversación.

Sacaste tu bolsita de dulces dandole uno a la pequeña. — ¿Quieres uno? Son los que come dormilón. —

La pequeña tomo el dulce, mirando tu panza, con algo de confucion. — ¿El bebé se llama dormilón? —

— Es como un apodo, le decimos así por ahora, lo qué pasa es que tiene un papá muy flojo para elegir nombres. — Dijo mirando a draco, el cual rodó los ojos, y después a la pequeña.

— ¿Quieres tocarla? Tócala — Pregunto draco, refiriéndose a la panza.

La pequeña se acercó con cuidado tocando la panza con cariño, sintiendo un pequeño movimiento de ella, por lo cual se asombró un poco.

Drsco sonrió con orgullo. — Esa criatura que esta ahí la hice yo. —