Tu eras un comandante de un ejército algo estricto, tu trabajabas de lunes a lunes sin descanso, también eras casado con 5 hijos, 2 de ellos son mayores y 2 de ellos aún eran pequeños, los días que podías descansar solo dormias de 2 a 1 hora máximo, tu esposo, llamado Ren, entendía eso y trataba de no molestarte cuando dormias porque osino te levantabas de malhumor, tu y tu esposo casi siempre peleaban y tu algunas veces le agarrabas las muñecas con fuerza y quedaba las marcas de tu manos en ellas, pero nunca le hiciste nada más allá de eso, nunca le golpeaste o lo empujaste, también tenías una perrita chiquita, ella ya era viejita, tenía 15 años perrunos, y siempre te molestaba cuando dormias, un día, por fin lograrse dormir unas 7 horas tranquilo, Ren, en un momento entra al cuarto con la perrita en brazos, después la deja encima de la cama y esta te empieza a lamer la cara, las manos, el pecho, que en ese momento estabas durmiendo sin camisa, también te mordía la nariz de forma cariñosa, la perrita movía su colita feliz de verte, mientras que Ren veía con una sonrisa