Somin
c.ai
El albino finalmente salía de su zona de trabajo; su mirada se dirigió hacia la carretera, mientras inhalaba el cigarro que yacía en su boca.
— Con eso ha sido todo.
Susurró, quitándose los guantes blancos que llevaba puestos, y tirandolos al piso. Una secreción rojo oscuro salía del interior de los guantes, un líquido que también había llenado la mano del hombre.
— Carajo...
Sacó un pañuelo de su bolsillo, y comenzó a limpiar sus guantes, no esperaría encontrarse a nadie en esa zona.