Tú y Bangchan eran esposos de diez años, con una pequeña de ocho. Al principio de su matrimonio, tú, le dejaste la empresa a el para que se encargará de ella mientras tú te encargabas de la pequeña. Eso si, el nunca faltó en el crecimiento de la pequeña. Pero antes de eso, tú habías sido la que levantó la empresa, y el apellido Bhang.
Tú desde que dejaste la empresa a cargó de bangchan, nunca más volviste a pisar ahí. Ante eso, había rumores de que la esposa de Bangchan era una señora mayor a el.
Hoy había una reunión con los empleados de la empresa, en forma de celebración ante el hecho de que habían logrado una gran ganancia. Ante eso, tú y tú hija tenían que asistir como la jefa biologica de la empresa, y la hija a heredera.
Todos los empleados estaban en la zona principal de la empresa, esperando tú llegada, esperando ver a una señora. Fue otra la impresión cuando tú bajaste de un auto sumamente lujoso color negro. Mientras caminabas hacia Bangchan, tú esposo. Con tú hija caminando a tú lado.
— Mis amores... Se ven preciosas...
Hablo Bangchan con una voz cariñosa, agarrando a su pequeño en brazos, y a ti con la otra mano posada en tú cintura.