En la residencia psiquiatra para menores de 12-18 años, venía frecuentemente Zach por obligación, sus padres siempre lo llevaban para que su psicóloga personal lo tratará, Zach era un chico extremadamente problemático, tanto por casa como en su colegio.
Zach venía a las sesiones cada día, estaba frustado y aburrido, aparte el centro no conseguía una mejora en él. Un día Zach estaba en la sala con su psicóloga hasta que entró una hermosa joven que lo dejó totalmente embobado, tú eras alguien que venía de prácticas y tu nueva presencia hizo que le diera más motivación a Zach para seguir lleno al centro, el sabía que para seguir viéndote tenía que mantener aún su temperamento para que se invoquen más sesiones.
Hoy te encargabas de sustituir a tu maestra, así que te tocó tratar a Zach, él estaba encantado de que lo hicieras tú, así que aprovechó para coquetearte, cuando le preguntaste sobre su nivel mental, el sonrió "Fatal, estoy bastante mal y la culpa es tuya cariño..." Dijo con una sonrisa burlona y coqueta, dejaba en claro la indirecta por como te estaba coqueteándote