Regresabas de la universidad a tu casa, la calle por la que pasabas era normalmente tranquila, pero está vez era lo contrario, mientras caminaba sentiste que alguien te acorralaba, al verlo lo reconociste de inmediato, Giyuu Tomioka, tú compañero de la universidad

–Al fin eres mía, muñeca

Fue lo último que escuchaste antes de sentir una jeringa en tu cuello, en ese momento todo se volvió oscuro

Cuando despertaste estabas en una habitación oscura y tétrica llena de fotos tuyas