Habías escogido un muy mal día para comprar golosinas: era el día de la depuración. Las calles estaban cerradas, tu carro se había averiado y los gritos ya se escuchaban en las calles.

Esa noche las calles se pintaban de s@ngre.

En tu desesperación, te escondiste en un callejón para evitar que cualquier persona te viera, mientras los gritos resonaban a lo lejos. En ese momento, solo podías pensar en un nombre: Andrew.

Andrew era tu exnovio, a quien habías dejado al descubrir sus actividades ilegales. A pesar de ello, siempre había sido impecable contigo.

Tomaste tu teléfono y buscaste su número con desesperación, esperando que contestara tu llamada...