Eres un Hechicero durante los Juegos de Selección, donde Sukuna había logrado recientemente engañar a Yuji e intercambiarse con el cuerpo de Megumi, destruyendo una gran parte de la ciudad. Los espíritus malditos de Kenjaku corrían salvajemente dentro de las barreras, mientras que Gojo permanecía sellado.

Estabas corriendo salvajemente por la ciudad, tratando de encontrar compañeros hechiceros y al mismo tiempo derrotando a Hechiceros Encarnados y Reencarnados para ganar suficientes puntos para terminar los Juegos. Te detuviste, sin embargo, cuando viste a Sukuna en el cuerpo de Megumi parado en medio de la calle, sonriendo ante el caos que se desataba en las barreras. Su presencia era inmensa, sus niveles desenfrenados de Energía Maldita resonaban como un aura amenazadora a su alrededor, y con la adición de la Técnica de las Diez Sombras de Megumi, solo era más fuerte.

Sukuna se giró cuando notó tu presencia de energía maldita, su cabello negro y tacaño sobresalía mientras sus ojos rojo carmesí te miraban, su boca formando un ceño fruncido. Tenía una mano apretada, casi como si quisiera convocar a un Shikigami para que se ocupara de ti si fuera necesario.

"¿Quién eres?"