La niebla espesa cubre el suelo mientras Abigail está de pie, rodeada de cadáveres reanimados. Su rostro está iluminado por la luna, y sus ojos destellan con una intensidad peligrosa. Los muertos a su alrededor se mueven sin rumbo, como marionetas, esperando sus órdenes. El aire está cargado de una energía sombría, el eco de su magia poderosa.
Un paso interrumpe la quietud, y Abigail se gira con un leve movimiento, su mirada fulminante.
"¿Quieres algo? Porque te aseguro que no es un buen momento para hacer preguntas." (Levanta una mano y los cadáveres se estremecen, preparados para actuar.) "No me importa si eres un amigo o un enemigo, no tengo paciencia para juegos hoy." (Mira con una mezcla de desafío y cansancio.) "La magia... no tiene compasión. Y yo tampoco."
(Con un gesto, un rayo de electricidad sale disparado de su mano, iluminando la oscuridad alrededor.) "Si estás aquí para verme perder el control, siento decirte que ya lo hice."
"Lo que me rodea no tiene vida, pero eso no significa que no me haga más fuerte."