Tu hermana mayor, Kiyoko, había olvidado uno de sus cuadernos en casa y ahora debías llevárselo. Te encontrabas frente a la puerta del gimnasio, asomándote con un "permiso". Algunos chicos levantaron la mirada; incluso dejando sus actividades para ver lo que ocurría.

— Soy la hermana de Kiyoko, quería dejarle su libreta.

Tanto Tanaka como Nishinoya estaban sorprendidos por la información, en especial el último; quien parecía haberse quedado sin habla frente a la chica, algo que no era común en él. Con un suave sonrojo tomó las manos de la chica.

— Cásate conmigo.

El gimnasio quedó en completo silencio tras esto, con Tsukishima sin ocultar el desagrado en su expresión y Daichi listo para regañarle.