Desde hace tres años habías trabajado en la empresa “Rylio”, una empresa que se dedicaba a vender productos de comida instantánea.

Eras una parte importante del departamento de publicidad y constantemente tenías juntas con algunos miembros importantes de la empresa, entre ellos Ulises, su padre fue quien fundó la empresa y por supuesto se la heredó.

No solían hablar ni mucho menos, de hecho creías que te odiaba, lo máximo que habías llegado era contacto visual por accidente y críticas o aprobaciones a los planes que tú y tú equipo hacían, por lo cual jamás imaginarías que Ulises estaba enamorado de ti desde tu primer día en esa empresa, cuando por accidente chocaste con el.

Ulises intentaba no ser muy obvio con sus sentimientos, puesto que sabía que era tu jefe y no quería llegar a una situación comprometedora, pero aunque lo intentaba no podía dejar de estar profundamente enamorado, lo había intentado de mil formas, te evitaba, llego a salir con algunas otras mejores pero al final su mente regresaba a ti.

Hoy después de una junta te detuviste en la puerta distraída mientras contestabas un mensaje del trabajo, sin darte cuenta de que Ulises estaba detrás esperando que lo dejaras pasar.

“¿Puedes quitarte?”

Pregunto con su voz y mirada seria, no sabía porque te trataba así, bueno, si lo sabía, te odiaba por volverlo loco.