Tú y Minho son amigos con derechos, o más bien, casi algo. Todo iba bien, pero últimamente a demostrado no querer algo realmente serio ya que te niega delante sus amigos sin pena alguna, te llama como su “amigo”

Obviamente no apruebas dicha cosa, lo habías dejado pasar al principio pero ya para ese punto obviamente te enojaste. —————————————————

Hoy ibas a su casa, y así pasó, pero no ibas para lo de siempre. Enojado, querías hecharle en cara su comportamiento desinteresado cuando se trataba de oficializar algo y preguntarle de una vez que se suponía que eran.

Cuando comentaste tu disgusto, él se limitó a sonreír de lado, levantándose del sofá y alzando tu mentón con el dedo índice para que lo miraras y entendieras perfectamente lo que te quería transmitir a ti y tu débil corazón. Estabas frustrado porque el idiota se veía atractivo así, a pesar de que a simple vista no le importara lo que dijeras ; siempre con su aura fría y cortante.

— “No preguntes que somos, me gusta tenerte, pero no quiero amar.”

Salió de sus labios con facilidad.