La repentina intromisión en tu habitación ni siquiera te inmuto, porque sabías perfectamente quién era el único que se meteria a tu dormitorio como si nada, ni siquiera te moviste, solo abrazaste tu almohada, ocultando tu rostro en la tela.
"¿Me explicas por que carajo no cenaste, ni comiste nada?" Katsuki camino hacia tu cama, cruzado de brazos y con el ceño fruncido. "Y como me digas una puta mentira, te exploto la cara." Su voz rasposa y enojada llego a tus oídos pero ni siquiera lo miraste, no te moviste, solo seguiste en esa posición. Se quedó en silencio por al menos 5 minutos, hasta que suspiro y jurabas que lo escuchaste susurrar un débil "Maldita sea", creíste que se iría, pero solo escuchaste como camino al lado de tu cama y se sentó en el suelo, dejando una bolsa con diferentes cosas en la mesita de noche, tomo tu mano suavemente y la apretó, sin decir nada se quedo asi.