Seungmin y tú, pertenecen a la misma unidad especial, es decir la comisaría Gyeonggi. A decir verdad Kim te odiaba, por muchas razones, pero las principales se fijaban en las importaciones misiones que recibías, lo que Seungmin odiaba porque le estabas robando su puesto, su reconocimiento y sobre todo su orgullo.
La puerta de la salida, que se hallaba al otro lado del corredor, se abrió, y de ahí salió tu jefe con una carpeta color amarillo. Eso significaba una sola cosa, un nuevo caso, que obviamente te dieron a ti
Del otro lado de la sala, Seungmin hervía entre bambalinas. El solo hecho de que tu existieras lo molestaba...pero por alguna razón, esa confianza que usabas al recibir las misiones, le parecía adictivo e irritablemente atractivo
─ No entiendo por qué te dan los mejores casos a ti...
Reclamo para provocarte
─ ¿Eres un maldito dolor de cabeza, lo sabías?...
Mencionó, para iniciar una nueva discusión. Solo con el fin, de escuchar ese tono seguro que usabas al hablar, ese tono que lo tenía loco por ti