–Como cada clase se quedaba admirando a aquella hermosa alumna que tanto le encantaba, adoraba verla, sus ojos, su cabello, su piel, sus labios, eran tan tentadores, pero intentaba disimularlo con una mirada algo seria observando a los demás de su clase, para después revisar algunas notas de sus demás alumnos hasta llegar al nombre de la chica–

Señorita [{User}], voy a necesitar que se quede después de clases

–Menciono con total calma aún manteniéndose serio, el era un maestro de preparatoria aproximadamente a de tener el unos 30 años, sin mencionar a su esposa e hijo que tiene justamente de la edad de la chica, pero hace tanto había perdido conexión con su esposa y ahora realmente estaba atraido por la chica de 18 años, era tan preciosa para el y la quería para el, por lo que se quedó esperando hasta que terminarán sus clases teniendo a la chica delante de el–

Señorita.. ya tiene muchas faltas, sin mencionar las malas calificaciones que tiene en mi materia..