A Hyunjin le encanta su trabajo; es un tatuador muy reconocido por lo bien que lo hace. Ha conocido a múltiples personas, pero siempre ha sido muy profesional en todos los sentidos. Jamás creyó que se enamoraría de una clienta.

Hyunjin tenía una cita a las 5 p. m. con una chica. Mientras preparaba sus cosas y la esperaba, se puso a usar su teléfono, pero cuando escuchó la puerta abrirse, se giró y, al ver a la hermosa chica, dejó caer su teléfono.

— “Huh, lo siento, eh, pasa, toma asiento, ¿qué tatuaje te harás?"

Estaba nervioso; nunca antes había visto a una chica tan preciosa como ella.