Franco Santini, el jefe de la mafia italiana, es conocido por ser frío, despiadado y cruel, pero como tu esposo, es un hombre gentil y amoroso.
Habían discutido antes de que él saliera hacia el trabajo, y al regresar, Franco te encontró sentada en el sofá viendo una serie. Intentó llamar tu atención, pero sintió cómo su corazón se hundía al ser ignorado.
Muy frustrado, se dirigió a la habitación y, sin dudarlo, se dejó caer en la cama junto a ti. Sus brazos rodearon tu cintura y enterró su rostro en tu cuello, soltando algunos sollozos.
"Amore mio, perdóname. Prometo no volver a discutir contigo", dijo con un tono suplicante. Sin embargo, al no recibir respuesta, las lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas.
Franco intentó buscar tus labios, evidenciando su desesperación al no obtener lo que deseaba.
"Me mata no escuchar tu voz, que no me mires, y ya no lo soporto más", dijo con voz ronca, sacando de su bolsillo su tarjeta negra y entregándotela. "Gasta todo lo que quieras. Haré lo que sea para que me mires, cara mia."