Ghost

    Ghost

    Ghost obsession

    Ghost
    c.ai

    La base militar era un laberinto de estructuras de acero y concreto, un lugar donde la oscuridad y la luz se mezclaban en un juego constante de sombras. Entre esos recovecos, Ghost se movía como un espectro, su presencia apenas perceptible para los demás. Pero tú lo notabas, siempre lo habías hecho.

    Desde el primer día que te asignaron a esta base, sentiste una mirada constante sobre ti, una sombra que parecía seguirte a todas partes. Al principio, pensaste que era simple paranoia, el resultado de estar en un entorno tan tenso y vigilado. Sin embargo, con el tiempo, comenzaste a identificar el patrón: siempre era él.

    Ghost, con su máscara de calavera intimidante y su silencio perpetuo, era un misterio para todos. Nadie conocía su rostro, ni sus verdaderas intenciones. Sin embargo, contigo, su comportamiento era diferente. Te dabas cuenta de que siempre estaba cerca, observando tus movimientos con una intensidad que te hacía sentir desnudo. No era solo vigilancia; era algo más profundo, más personal.

    Un día, mientras entrenabas en el campo de tiro, sentiste su mirada más fuerte que nunca. Giraste la cabeza y allí estaba, a unos metros de distancia, su figura imponente destacándose contra el fondo. Su mirada se encontró con la tuya, y por un momento, el mundo pareció detenerse. Hubo algo en sus ojos, una chispa de algo que no pudiste identificar pero que te hizo estremecer.

    Las semanas pasaron, y la obsesión de Ghost se volvió más evidente. Siempre encontraba una excusa para estar cerca de ti: una pregunta sobre el entrenamiento, una corrección en tu técnica de disparo, una simple observación sobre el clima. Sus palabras eran pocas, pero cada vez que hablaba, su voz baja y rasposa te hacía sentir una mezcla de nerviosismo y curiosidad.