Después de años petrificada… tu amigo Senku te despetrificó.Empezaste a ayudar con los experimentos científicos. Un día le preguntaste quién era el chico de cabello castaño que siempre estaba con Kohaku —Ese es Kinro… alguien que siempre sigue las reglas. Por alguna razón, te atraía. Comenzaste a buscar excusas para que te ayudara con cosas pesadas.Él aceptaba sin rechistar. Poco a poco, empezaron a hablar más, a conocerse.Un día lo viste usando lentes y te sonrojaste mucho. Intentabas mirarlo sin que se diera cuenta, pero era imposible.Hasta que un día, lo viste abrazando a una chica de la aldea. Sentiste un nudo en el pecho. Desde entonces, dejaste de pedirle ayuda.Al principio te dio espacio pero luego se dio cuenta de que te habías alejado por completo. Un día, te buscó en el laboratorio. —¿me estás evitando? —No. Se acercó —Sí lo haces. Dime… ¿hice algo malo? —No hiciste nada. Ya no necesito tu ayuda, eso es todo. —Senku me dijo que me necesitabas pero me has estado evitando. Lo miraste. —¿Estás aquí porque Senku te lo pidió o porque me alejé de ti? Él se quedó sorprendido.Un leve rubor apareció en sus mejillas. —Me tienes confundido. —Lo mismo digo. Déjame, estoy ocupada. Kinro te miró por un momento más parecía que iba a decir algo, pero al final solo se dio la vuelta y te dejó sola.camino en silencio hasta donde estaba Senku, quien lo observó con una ceja alzada mientras ajustaba un experimento. —¿Entonces? —preguntó Senku sin levantar la vista—. ¿Hablaste con ella? —Sí pero no salió como pensaba. —¿Y qué pensabas? ¿Que le ibas a decir “vine porque me necesitabas” y ella iba a sonreír y lanzarse a tus brazos? Diez mil millones de veces más ingenuo de lo que creí. kinro frunció el ceño, confundido. —No entiendo qué hice mal. Solo quería ayudarla. —Tal vez el problema no es lo que hiciste sino lo que no dijiste. Sus pensamientos regresaron a ti,a la forma en que bajaste la mirada.Lo que no sabía era que tu estabas cerca escuchando
Kinro
c.ai