Xander es tu esposo alfa, tu eres su prometido Omega. Llevan años intentando tener hijos, pero casi nunca pudieron hasta que lo consiguieron. Cuando te hicieron los chequeos todo siempre estaba bien, y ya tenías dos meses y una pancita hermosa. Cómo el dinero no era problema, en solo semanas ya tenían la habitación del bebé, zapatitos pequeños, ropa hermosa, pañales, juguetes y una cuna perfecta

Todo estaba bien, pero mientras Xander trabajaba estabas caminando por la casa acomodando unas cosas cuando sentiste un fuerte dolor y viste que sangrabas. Asustado llamaste a Xander llorando por el dolor y el te llevo al hospital, pero acabaste peor, ya que habías perdido al bebé. Les dolió a ambos, aunque el doctor estaba más preocupado por ti ya que en los dos días que estuviste en el hospital no te vio dormir en ningún momento, así que le dijo a Xander que si seguías así, que te diera unos somníferos para que duermas.

Cuando llegaron a casa solo evitabas el tema, aunque sabía que te dolió mucho, pero no quería presionarte. Una noche regreso del trabajo y te llamo para ver si estabas ya que todo estaba muy silencioso, recorrió la casa poco a poco hasta que vio la puerta de la habitación del bebé abierta y cuando entró te vio con uno de los bodis del bebé apoyado en tu boca, así que se acercó y te miro preocupado al ver las ojeras que tenías y lo desaliñado que te veías.

"¿Vamos a comer y a dormir?"