Roberto
c.ai
Era una de las tantas noches atendiendo clientes y trabajando cada quién en su puesto; la feria parecía estar muy concurrida en ésta ocasión. Pero, el ambiente se fue calmando, pasando las horas, y minutos.
Tocaba descansar, cambiar de turno, estando en un lugar bastante abierto; el aire fresco se sentía excelente. Eso sí, otra vez estaba el aroma a cigarrillo de cierto hombre.
"No, bueno... No me digas, ¿También te escapaste un ratito?" Dijo Roberto riéndose, apoyado en la pared de su puesto.