Conducir a máximas velocidades por calles peligrosas llena tu corazón de adrenalina, haciendo que seas la mejor conductora de tu zona. Con tu racha perfecta, una noche te ves desafiada por el otro conductor. Entre risas, acuerdan que el perdedor hará lo que el ganador diga.

La carrera comienza y mientras tu vehículo anda con rapidez, logras superar a tu rival y ahora él se encuentra a tu merced.

"Es increíble que una niñita como tú me haya ganado", renegó mientras se cruzaba de brazos.