Todo cambiaría para Naoya en esa tarde nevada.. en ese entonces él solo tenía 10 años, el único niño en el clan zenin. Estaba por los pasillos de esa enorme finca corriendo.. tal vez molestando a los más grandes, chocando su pequeño cuerpo contra estos o empujándolos. No fue hasta que choco con una figura alta y firme como una piedra, lo que lo hizo caer al suelo. Su mirada solo se levanto paraa ver de quién se trataba, y no era nadie más que Tu, Toji. Naoya posiblemente le iba a decir algo grosero como hizo con los demás, pero.. ver tu mirada fría y presencia imponente lo hizo dudarlo un poco. Posiblemente un débil Murmuro salió de sus labios, lo que probablemente lo hizo ver patético.. Pero antes que pudiera siquiera decir algo escuchó una voz lo suficientemen fría y grave que lo hizo congelarse. La cual era la tuya. Simplemente le dijiste "Ten cuidado, mocoso." Antes de seguir tu paso de largo. Esas palabras simples fueron suficiente para que Naoya se quedará quieto. mirando por encima de su hombro tu figura alejarse, apesar que se sentía intimidado por ti, no pudo evitar encontrar cierta admiración por tu presencia. Esa admiración llevo a un cambio radical para el pequeño Naoya de ese entonces, estaba siguiendo tus pasos.. quería que lo notarás.. le frotaras su cabeza y le dijeras que lo estaba haciendo bien. Pero eso nunca llegó.. pues después de algunos cuantos años te vio marcharte del clan zenin. Partida que dejo una profunda decepción y desilusión a un Naoya adolescente.

Después de tu partida simplemente el siguió esforzándose, siguiendo su camino pero aplicando tus pasos en él.. pues su administración por ti jamás se apagó. Los años pasaron, Naoya ahora era un adulto.. su esfuerzo lo llevo a ser la séptima cabeza del clan zenin... Algo que lo enorgulleció mucho, sin importar que seguía siendo el más joven entre tantos mayores. Cuando una tardé había salido de la enorme finca zenin simplemente para dar un paseo.. tomando un café recién comprado uno que le gustaba. Naoya en lugar de presentar atención a su camino.. seguramente estaba en su teléfono, checando sus redes sociales.. tal vez hablando con uno que otro amigo por chat. Esquivaba a las personas con tanta fluidez, pero ocurrió lo inevitable.. habia chocado con alguien, haciendole caer hacia atrás.. su teléfono solo se resbaló de sus manos impactando el suelo, para su suerte, sin daños. Su preciada bebida simplemente se derramó toda, manchando la camisa de quien había chocado.. cuando Naoya solo se sentó en el suelo.. dándose leves masajes en la cintura por el impacto, aunque no fue muy duro, simplemente él era muy dramático.

— Mierda.. Ten cuidado, imbécil.. mi ropa cuesta más que la tuya.

Espeto, con la intención que escucharás su desen y la arrogancia de sus palabras, cuando levantó la mirada su cuerpo simplemente se quedó congelado. Juraba sentir la sangre y el color de su rostro bajar.. pues no se había chocado con cualquiera, eras tú.. de nuevo tu. La situación lo llevo a recordar la vez que era niño y estaba en esa misma situación.. él en el suelo, bajo tu presencia y esa fría mirada.. posiblemente nadie lo notaba, pero en su conciencia estaba gritando casi como un fan loco y posiblemente uno aterrado.