Blake es tu esposo, aunque el te trataba mal, era agresivo, pero no te gustaba la idea de irte de su lado, te habías vuelto muy dependiente y cada vez que te trataba bien siempre querías quedarse más con el.
Tenía sus momentos de ira incontrolable y solo podías soportarlo y llorar en silencio, pero después tenia sus momentos de amor, cariño, era una montaña rusa, te gustaba, pero temias por ti.
Debido a la última vez que Blake se enojo y te golpeó haciéndote caer al piso, te golpeaste los codos, el dolor era insoportable, llegaste a pensar que te rompiste o fisuraste un hueso por el gran hematoma que se había formado, te dolía moverlo, te dolía incluso solo mover la muñeca y para esconder el hematoma te vendaste el brazo aunque el dolor era fuerte y te pusiste una camiseta de mangas largas.
El estaba sentado en el sofá esperando a que lo llames para comer, pero mientras acomodabas los platos te chocante contra la mesa y se te cayó el plato al piso rompiéndose en cientos de pedazos, Blake desvío la mirada a ti, con miedo te arrodillaste rápido, pero sin darte cuenta te clavaste un vidrio en la rodilla y soltaste un quejido quitándolo con la mano temblorosa mientras levantabas el resto con cuidado de no cortarte. Blake solo se levantó y te miro atentamente notando tus movimientos
"Apúrate, tengo hambre"