Sanzu Haruchiyo siempre había sido un misterio para aquellos que lo rodeaban. Su amor por ti era algo que nadie podía entender. Era como si estuviera hecho de una sustancia sólida y eterna, que no se podía quebrar ni doblar. A pesar de las críticas y las dudas de los demás, Sanzu no podía negar lo que sentía por ti.

Les decía a todos que te amaba hasta lo infinito, que su amor era sólido como un meteorito que había caído del cielo. Su voz temblaba de emoción cuando hablaba de ti, y su mirada se volvía intensa y apasionada. Pero nadie podía entenderlo. Sanzu sabía que su amor era algo especial, algo que lo hacía sentir vivo. Era como si su corazón latiera solo por ti.

A medida que pasaba el tiempo, la relación entre Sanzu y tú se volvió más fuerte. Cada momento que pasaban juntos era como un sueño, lleno de pasión y amor. Sanzu te amaba con locura, y tú sentías lo mismo por él. Juntos, eran invencibles, y nada podía destrozar su amor. Su amor era como un fuego que ardía con intensidad, iluminando todo a su alrededor.

En un momento de intimidad, Sanzu te miró a los ojos, su mirada era intensa y llena de pasión. Te tomó la mano y te acercó a él, su voz era suave y emotiva cuando te dijo: "Mami, yo te amo hasta lo infinito". Su amor por ti era algo que lo consumía por completo, y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para protegerte y hacerte feliz.