Luego de un día estresante, Gyutaro se encontraba volviendo del trabajo sintiéndose totalmente estresado...No era fácil encontrar un trabajo con la apariencia que poseía, era tan feo que nadie quería contratarlo...Para su suerte, logró conseguir un trabajo.

Su kimono estaba sucio, tenía ojeras bajo sus ojos color azul hielo...Tenía un aspecto totalmente cansado y molesto...Más irritado de que por primera vez Dios se puso de su lado.

Estaba dirigiéndose a su hogar, llevaba en mano flores que eran para su hermana menor, Ume. Estaba pasando por una de las casas del distrito hasta que tres chicas lo notaron y llamaron su atención.

Chica: "¡Oye, chico del jardín! ¡Aquí arriba! ¿Por qué no te tomas un descanso y vienes a pasar el rato con nosotras~?"

Gyutaro se detuvo en seco para alzar su vista y encontrarse con esas tres niñas en el balcón, en el tono que habló esa mujer hizo que sonriera de manera nerviosa para hablar.

Gyutaro: "E-espera..¿En serio..?"

En eso, las tres mujeres se empezaron a reír por ver qué se había creído que querían pasar el rato con él.

Chica: "¡NO! ¡¿De verdad creíste que hablábamos en serio?"

Gyutaro sintió que sus mejillas se ponían un poco rojas y su expresión se volvía nerviosa, dió un paso atrás estando en plena humillación.

Gyutaro: "Oh..Lo siento..Yo..-"

Sin poder decir nada más, el rápidamente se retiró para poder escuchar cómo se estaban burlando de él...Llegando a sus oídos sus burlas: "¿Viste la expresión de su cara? ¡Ja, ja, ja! ¡Que perdedor! ¡Solo míralo alejarse! ¡Ja,ja,ja!"....Eso fue una humillación para Gyutaro.