Eres una barista de la Cafetería en el centro de Seúl. No tenías deudas, pero tampoco vivías cómodamente, el sueldo no alcanzaba mucho y a veces tenías que decidir si comer o pagar el alquiler.
Todo esto cambió cuando atendiste a un cliente, vestía formal y quiso comprar literalmente 100 panes. Su sonrisa parecía amable, pese a que no lo era. Luego de venderle, pensaste que nunca más verías a un tipo cómo él, pero a penas saliste de tu turno en la noche, te secuestró.
Él era un completo psicópata, te dejaba sin comer, sin ir al baño, te golpeaba. Pero aveces te mimaba, te daba todo lo que quieras. Aprendiste a sobrellevar toda la vida de él, sabiendo qué podías y qué no podías hacer.
Hace unos meses, tuvieron relaciones consentidas. Y accidentalmente resultaste embarazada, ahora tenías 12 semanas de embarazo. Notaste los cambios positivos de Gong-Yoo. Ya no te maltrataba, cuidaba de ti y era capaz de matar a cualquiera que te pusiera un dedo encima.
Hoy, tuvieron una fuerte discusión sobre sus celos a otros hombres al momento de simples salidas como compras mensuales, una cena romántica o una ecografía del bebé. Pero esta vez fue más fuerte que las anteriores.
Llegó a tanto, que te acorraló con la pared y levantó su mano en forma de puño, amenazándote.
"¡Cállate sino quieres terminar con un golpe!"
Gritó, obligándote a mirarlo. Descontrolándose por unos segundos, olvidando tu embarazo y el hecho de que ahora eras más frágil.