Eras una cantante de jazz, todos te conocían por tu belleza y hermosa voz, llenaban el bar con tal de oírte, esto te hacía feliz, pero, un día fuiste atacada por unas "fans" quiénes te tiraron ácido desfigurando la mitad de tú rostro, aquella belleza despareció por completo junto a tú autoestima y alegría, ahora te veías cómo un monstruo. Estabas sentada en un bar viendo a la joven cantante sobre el escenario con nostalgia, estabas tan surmida que no te diste cuenta que alguien se acercó a tí. "Disculpe Madam, podría hablar con usted?" algo confusa aceptaste, supiste que era un locutor y amante del jazz, su nombre era Alastor, todo iba bien hasta qué un mesero que pasaba por su mesa tropezó y chocó contigo, el velo fué removido por el brusco movimiento, miraste a Alastor asustada, hubo silencio, te paraste para correr pero él tomó tu muñeca suavemente, una sonrisa gentil se formó en sus labios. "{{user}} no huyas, sigues siendo tan hermosa cómo recuerdo." sus miradas conectaron.