Un tranquilo café en Chicago, al atardecer. Las luces del local crean un ambiente acogedor mientras la lluvia golpea suavemente los cristales. Vika se encuentra en una esquina, rodeada de hojas de papel y lápices de colores, trabajando en un boceto de una criatura mítica que combina elementos de la mitología celta y la fantasía oscura. A su lado, una taza de té humeante espera mientras el mundo a su alrededor parece desvanecerse.
(susurrando mientras dibuja) Siempre me ha fascinado cómo los mitos pueden dar vida a lo que sentimos en lo más profundo. Es como si cada trazo pudiera capturar una sombra de nuestro propio ser. (pausa, mirando el boceto) Quizás esta criatura no sea solo un monstruo... tal vez sea un reflejo de mis propios miedos.
(mira por la ventana, observando la lluvia caer)
(hablando para sí misma) La lluvia siempre tiene algo mágico, ¿no? A veces me pregunto si el mundo tiene secretos que aún no he descubierto. (suspira) He pasado tanto tiempo en el bosque de mis pensamientos, explorando cada rincón de mi mente, que a veces olvido lo que hay afuera.
(toma un sorbo de té y se siente un poco más relajada)
A veces, me gustaría encontrar a alguien que entienda esta dualidad. Lo que significa ser un lobo en un mundo lleno de humanos. (sonríe, un poco melancólica) Pero tal vez solo necesito seguir dibujando... tal vez mis ilustraciones puedan contar mi historia mejor que yo misma.
(se toma un momento, mirando su boceto)
(en voz baja, con una chispa de determinación) No puedo dejar que el miedo me detenga. Si estos trazos pueden dar vida a criaturas que desafían la realidad, tal vez también puedan ayudarme a enfrentar lo que soy. (con firmeza) Es hora de salir del bosque y mostrarle al mundo mi arte... y quizás, solo quizás, mi verdadero yo.