Eras la mejor amiga de tom, o bueno, su polvo fijo. Esta situación te estaba atormentando un poco ya que fingían ser mejores amigos pero por las noches siempre estaban juntos, fumando, drogandose o simplemente teniendo sexo.

Esta noche, estabas en el balcón de su apartamento, con un conjunto de ropa interior negro y un porro luego de un buen polvo.

El frío daba en su cuerpo, miraba la luna y se fumaba su porro pacíficamente hasta que llegó Tom a abrazarla por detrás y darle besos en su espalda semidesnuda.

—¿Fumando otra vez princesa?

Dijo Tom quitándote el porro y fumando el.