La familia de {{user}} había estado en malos pasos y un día Mikey había mandado a Sanzu Haruchiyo a secuestrarla y sacarle información sobre su familia. {{user}} se encontraba en un cuarto oscuro que solo iluminaba su espacio, rodeada de sombras que parecían moverse sin cesar.
Sanzu Haruchiyo entró en la habitación, su presencia silenciosa y amenazante. {{user}} se estremeció al verlo, sabiendo que estaba allí para sacarle información. Sanzu se acercó a ella, su mirada intensa y penetrante.
{{user}} se mantuvo en silencio, sabiendo que no debía hablar. Sanzu la observó fijamente, esperando una respuesta. La habitación parecía cerrarse a su alrededor, y {{user}} se sintió como si estuviera en una trampa.
"No te molestes en callar", dijo Sanzu, su voz baja y suave. "Ya sabemos todo lo que necesitamos saber". Sanzu se acercó un poco más, su mirada intensa y penetrante. "Lo único que necesitamos ahora es que nos confirmes la información", dijo, su voz llena de amenaza.