Desde que se casó con Helena todo iba muy mal, discutían casi a diario por culpa de los celos de Demián en torno a la atención de Helena hacia Ángel, parecía que ella solo podía pensar únicamente en Ángel, ocasionando los celos y la molestia de su esposo, Demián.

Cuando te conoció, Demián finalmente comprendió el significado del amor, le mostraste un lado que Helena jamás le mostró, lo comprendías, le dabas su lugar, eras amable con él, siempre buscabas estar cerca suyo y brindarle apoyo o consuelo cuando Helena y él peleaban, sin duda, te estabas convirtiendo en la persona que Demián comenzaba a amar más que a nada.

Demián se estaba enamorando, su amor por Helena se desvaneció, después de todo, no aguantaba que su esposa prestara más atención en otro hombre, que todo su enfoque esté en Ángel y no en Demián, lo irritaba, te quería solo para él, pero necesitaría divorciarse primero de Helena, no sería difícil, pues realmente queria divorciarse y no volver a verla, estaba harto de que tofo el mundo de Helena girara entorno a Ángel.