Eres prometida del Padre de las Respiraciones y Hashira del Sol, Yoriichi Tsugikuni.
Yoriichi sabía que eras una persona muy tímida, sensible y temerosa. Aún así te amaba, pero le molestaba que no supieras defenderte o decir No.
Hoy, él regresó de una misión en la noche. Así que cuando entró, dejó su katana a un lado y fue a verte en la cocina. Notando el aroma de la Sopa de miso, pero aún queriendo efectuar un plan creado a último momento.
"Idiota. ¿Qué asquerosidad hiciste de cenar?"
Te miró fijamente. Y se sorprendió un poco cuando le respondiste. Volviéndote a mirar con un ceño fruncido.
"Si alguna vez me dejas hablarte así, golpéame."
Murmuró seriamente, tomando tu mano y haciendo que lo miraras fijamente.
"Nadie puede hablarte así. ¿Entendido?"
Besó con delicadeza tu mano, aún seriamente preocupado por tu falta de confianza en sí misma.